Críticas a la nueva orden digital por introducir la IA en las aulas

La nueva estrategia se ha perfilado ya en el borrador de la orden, que además crea el sello de calidad digital para los centros, y que debe estar en vigor el próximo curso. La normativa, que limita las pantallas en el aula a una hora al día en Primaria y a dos en la ESO y elimina de los colegios los programas educativos que simulan videojuegos y el uso pasivo de las tabletas, contiene aspectos que, a juicio de las familias contrarias al uso de pantallas en el aula, «dan barra libre al negocio digital en los colegios» a partir del próximo curso. Entre otras cuestiones, la normativa contempla la promoción «del uso adecuado de la inteligencia artificial (IA) en los centros educativos», una medida a la que se opone el movimiento de padres. Desde la Administración regional defienden que se trata de una cuestión necesaria porque los centros educativos no deben vivir «de espaldas a la realidad».

Las familias han logrado el apoyo de entidades como la Asociación de Pediatría del Sureste, que presentará alegaciones al proyecto de orden, que se encuentra en fase de exposición pública. De hecho, la Junta Directiva de la Sociedad de Pediatría del Sureste de España ha aprobado una alegación formal contra el borrador por la que se regula el desarrollo de la estrategia digital, donde expresa su «profunda preocupación por el enfoque tecnologicista del borrador y la falta de garantías sanitarias para los menores. Tal y como recogemos en el escrito, la normativa propuesta contraviene las recomendaciones científicas actuales, especialmente las establecidas por la Asociación Española de Pediatría, que desaconsejan el uso de pantallas antes de los 6 años y limitan estrictamente su uso en etapas posteriores».

El movimiento Sin Pantallas entiende que el borrador es «un ataque frontal a la salud de los menores, no respetándose, ni de lejos, los tiempos de exposición a pantallas recomendados por la Asociación Española de Pediatría. También es un ataque al derecho a la educación, puesto que se favorece la inclusión de herramientas digitales y de la IA sin evidencia de que supongan una mejora».