ElPozo más guerrero salva la bola de partido

A las ocho en punto de la tarde un estruendo se coló en medio del calentamiento. Eran los mil cartageneros que viajaron hasta la capital, que a golpe de bombo, palmas y cánticos se hicieron dueños del ambiente previo al partido, con el permiso de las canciones de Beyoncé, Rihanna, Lola Índigo y compañía que sonaron a toda pastilla por la megafonía del Palacio de los Deportes de Murcia. En el palco ya estaba Tomás Fuertes y a pie de pista, Miguel Ángel Jiménez Bosque. Cada uno a su manera pero con el mismo denominador común: el de regalar a todos los amantes del fútbol sala un nuevo y vibrante derbi regional, entrados ya en verano y con una final en juego.

Salieron en estampida los mil cartageneros para hacerse con el ambiente. Y salió en estampida ElPozo, a mil revoluciones y completo dominador de la primera parte. Los charcuteros monopolizaron prácticamente los veinte minutos del primer acto en juego, ocasiones y mano de hierro para defender. Los charcuteros trasladaron muy pronto ese liderazgo con 1-0 de Gadeia. El brasileño enganchó un voleón en el segundo palo y dispuso de hasta tres avisos más para situar el 2-0 en el electrónico. Chemi tuvo que intervenir en multitud de ocasiones para mantener vivos a los suyos. Era tan evidente que Josan González ni siquiera empleó su truco infalible, el de portero-jugador, ese que tantos dolores de cabeza causa en estos 'playoff'.

Marlon, Ricardo Mayor y Esteban, a un pase fantástico de Marcel, hicieron méritos para establecer el 2-0. Faltó puntería y el 'uy' en la grada era constante. El Jimbee se vio superado, arrinconado y sin demasiadas ideas, a excepción de las condiciones de Mellado. Demasiado poco para poner en aprietos a Juanjo. El portero charcutero, como acostumbra, siempre apareció cuando fue necesario. También el engranaje defensivo de los locales, que cortaron las vías de acceso y cerraron todas las rendijas a los de Duda. No había manera.

El Palacio de los Deportes de Murcia festejó cada defensa, cada síntoma de desesperación visitante y, también, el final de la primera parte. El Jimbee apretó los dientes en los últimos minutos y acarició el empate; sobre todo, Waltinho. El pívot brasileño soltó un taconazo bajo la línea de gol y en ese momento, sin que nadie lo esperara, emergió Juanjo para arrastrarse por el parqué y salvar el 1-1. Eso no cesó los intentos meloneros, pero fue frustrante para los de Duda llegar al asueto sin sentirse plenamente cómodos. Efectivamente, este segundo asalto no tenía nada que ver con el primero del pasado domingo, cuando los locales merecieron el 4-1 en los primeros veinte minutos de la eliminatoria.

Tres goles en dos minutos abrieron el telón del segundo acto y dejaron realmente noqueado al Jimbee. A los veinte segundos cruzó media pista Marcel, que a la velocidad de la luz e imparable solo se frenó una décima para asistir a Rafa Santos, que entró con todo hacia dentro. Ni siquiera el 2-1 de Darío Gil a renglón seguida (con celebración incluida del excharcutero) bajó las pulsaciones de un perfecto ElPozo. Los charcuteros tenían las ideas muy claras en todo momento, a balón rodado para asestar puñaladas al Jimbee y en defensa para secarlo. Pocas rendijas encontró Cortés y menos Mellado. En el otro costado estaba fantástico Marcel, que destrozó casi siempre a los meloneros.

En la estrategia también dio en la diana ElPozo. A los de Josan les salía todo. Una jugada fenomenalmente ensayada en la que Rafa Santos asistió a un costado a Ricardo Mayor para marcar a placer (3-1). El Jimbee pinchó estrepitosamente ahí, porque Chemi se situó a la altura de la barrera, Mouhoudine se quedó en el segundo palo y Tomaz no llegó a tiempo a cubrir la marca de Ricardo Mayor. La frustración visitante se vio reflejada en Waltinho, que golpeó furioso la nevera con todas las botellas de agua. Las ocasiones llegaban, como un tiro a la cruceta de Jesús Izquierdo, pero no entraba una. Mientras, César Velasco y Gadeia siguieron a lo suyo rozando el 4-1. Y Felipe Valerio, cerrando todas las puertas con llave.

En el intercambio de golpes pudo pasar de todo. Especialmente en ocho minutos de infarto, cuando Motta estableció el 3-2. En ese momento la pista se volcó para ambos lados. Chemi terminó cojo y el Jimbee apretó de lo lindo las tuercas con el portero-jugador de Tomaz y después de Cortés. Ahí ElPozo sacó muchísimo oficio, aguantó con firmeza y Juanjo se puso la capa de superhéroe para amarrar el merecido empate en la eliminatoria. Tres paradas formidables en los últimos segundos, una de ellas fantástica a Motta, evitaron que el partido se fuera a la prórroga. Tampoco acertó Gon Castejón de chilena, a tres segundos del final. Los charcuteros sacaron las garras y el Palacio rugió para poner el empate en la eliminatoria.