Un siglo y medio haciendo gala del vergel murciano

Este lunes 9 de junio, día de la Región de Murcia, se cumplen 145 años desde que las rosas verdes de Santomera ('Rosa diversifolia var. viridiflora Lavallée') recibieron un premio, de la mano de Juan Murcia y Rebagliato, que las presentó, junto a 213 variedades más de rosas, en la II Exposición Nacional de Plantas, Flores y Aves organizada por la Sociedad Madrileña Protectora de los Animales y de las Plantas, bajo el patronato de la Reina Isabel II en 1880. Una fecha muy señalada en el calendario del santomerano Manuel García Sánchez, nieto de Manolo del Jardín, y del tataranieto de Juan Murcia y Rebagliato, Claudio Hernández-Ros Kirkpatrick, que llevan más de una década luchando para que sea justamente reconocida esta rareza botánica: una extraña mutación genética, sin pétalos, estéril, con aroma a pimienta y que fue descrita en París, en 1856, por Pierre Alphonse Martin Lavallée.

Expuestas en el Pabellón de Planos del jardín del Buen Retiro, durante la inauguración de la muestra, a la que acudió entre otros representantes de la realeza española la reina Isabel II, recibieron los halagos de los más altos dignatarios presentes en el acontecimiento del momento en la Villa de Madrid –corría el 22 de mayo de 1880–.

De allí, marcharon los jardineros de don Juan Murcia y el propio Juan Murcia cargados de premios y ufanos por tanto aprecio, entre ellos, el de la reina Isabel II, que se fijó «especialmente» en las «colecciones de variadas y aromáticas rosas presentadas por el muy distinguido expositor D. Juan Murcia y Rebagliato sobre bonitas bandejas, sostenidas por ligeros pies de fina madera». Isabel II les prodigó «grandes elogios, dignándose a admitir una magnífica rosa de té que tuvo el honor del ofrecerle el sr. Murcia, a quien cupo la satisfacción de escuchar las benévolas frases de la real familia», reza la 'Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento' sobre el multitudinario evento.

Pero tanta rareza y singularidad, tanta alabanza y placer suscitados sirvieron de poco a las rosas verdes que, de no ser por Manuel García Infantes, hijo de Manolo del Jardín y padre de Manuel García Sánchez, hubieran desaparecido para siempre. «Mi padre, con permiso de Los Murcia, rescató un esqueje de las rosas verdes que se han conservado en nuestro jardín», explica García Sánchez un gesto que las preservó de la pala que transformó sin miramientos el excepcional vergel de Juan Murcia en una flamante urbanización.

Ahora, parece que se hacen realidad los sueños de los descendientes de estas dos familias santomeranas, pues, desde el Ayuntamiento de Santomera aseguran que se pondrá en marcha la campaña 'Santomera florece en verde', una iniciativa cultural, educativa y medioambiental destinada a reconocer las rosas verdes, «uno de los mayores tesoros naturales y sentimentales del municipio».

El alcalde, Víctor Martínez, que visitó recientemente las rosas verdes, afirma que «la historia de esta rosa es también la historia de nuestra gente: generosa, humilde, perseverante». Por ello, tiene como objetivo declararla «flor emblemática de Santomera» e iniciar los trámites «para su inclusión en el catálogo de bienes botánicos singulares de la Región». También realizarán diversas acciones para divulgar el valor de este patrimonio, avanzan desde la alcaldía.

«Se trata de una flor única en España, cultivada aquí desde hace más de siglo y medio, que nos conecta con nuestras raíces, con el amor por la tierra y con la memoria de quienes hicieron de nuestro pueblo un vergel», asegura el alcalde santomerano. Y añade que «queremos que la rosa verde sea reconocida como símbolo botánico de nuestro municipio, que tenga un espacio digno donde florecer y que su historia sea conocida, compartida y protegida por futuras generaciones». Tras mucho esfuerzo de las dos familias, el alcalde reconoce que este legado natural «es el testimonio de siete generaciones de hombres y mujeres que cuidaron lo suyo con dedicación y cariño».