La sociedad civil de Murcia examina al gobierno de Ballesta en el ecuador del mandato

Hablan comerciantes, hosteleros y hoteleros, vecinos, defensores de la huerta y del patrimonio del municipio y asociaciones en defensa del transporte público. El ejecutivo municipal aprobaría en cuidado del patrimonio y en actuaciones 'verdes', así como en alguna iniciativa en el sector de la hostelería, pero le queda camino por recorrer en materia de movilidad, en turismo y en proyectos 'emblemáticos' como el Parque Metropolitano de Barriomar. También en abrirse más a contar con los vecinos para la mejora de servicios.

Si hay un colectivo que se muestra abiertamente decepcionado es el de los comerciantes, sobre todo del barrio del Carmen, donde comenzó y se centró la lucha contra los carriles bici y bus segregados que forman parte del nuevo modelo de movilidad y transporte del Ayuntamiento.

Su presidente, José Oñate, indica que la sensación de comerciantes, vecinos y visitantes es que «no se ha conseguido lo que anhelábamos para el barrio: modificar el mal llamado Plan de Movilidad», que ha expulsado a clientes de este y otros barrios afectados. «Antes, durante y después de las elecciones se nos prometió, por ejemplo, utilizar el puente de Hierro para conectar el barrio con la ciudad; nuevos aparcamientos que suplieran los 800 que se esfumaron con la obras, pese a ya tener un déficit de unas 2.000; y pabellones y pistas deportivas».

Sí reconoce que las entradas y salidas desde El Rollo «han mejorado», pese a que en horas punta, hay calles que siguen colapsadas por el tráfico. Y que el sector tiene «siempre abierta» la puerta del concejal de Movilidad para corregir «algunos errores». En positivo, también cuentan los comerciantes con el apoyo municipal cuando necesitan campañas de promoción o ayudas que compensen las pérdidas. «Pero resulta insuficiente», ya que «estamos sufriendo a pasos agigantados la pérdida de negocios de calidad y un barrio sin comercio pierde armonía, cohesión social, servicios e inversiones», subraya Oñate.

Satisfecha de este medio periodo de mandato está, con «peros», la hostelería. Jesús Jiménez, presidente de la patronal HoyTú, destaca que en líneas generales el balance «es positivo» para el sector, aunque hay en la agenda muchos asuntos concretos «que deben de abordarse de manera urgente».

Los hosteleros se muestran satisfechos de la nueva ordenanza de las terrazas, consensuada con la Concejalía de Espacios Públicos, «que es moderna, abierta, realista y práctica, tanto para la ciudadanía como para el sector». Y valoran estar incluidos en proyectos de la Oficina de Eventos y de la Concejalía de Turismo.

En cambio, el principal problema que ve HoyTú es que no todas las concejalías «avanzan de la misma manera» ni de la mano para tratar los problemas del sector, en especial del ocio nocturno, como los bares ubicados en calles con anchura menor de 7 metros. «Es uno de los principales problemas y asignaturas pendientes a solucionar de manera inminente; como también lo es el cálculo de los aforos», apunta Jiménez, que aprovecha para reclamar la reunión del Consejo sectorial del Ruido, sin convocarse desde 2023. «No hacerlo puede derivar en el cierre de muchos locales y, colateralmente, en el auge del botellón».

Tampoco le ven la proyección exterior que cabría esperar a la celebración del 1.200 aniversario de la ciudad. «Los actos no están teniendo el impulso turístico y de promoción exterior que deberían y que beneficiarían al sector hostelero». En ese sentido, desde la Asociación de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Ashomur, consideran que «el Ayuntamiento está ante una oportunidad histórica para situar a Murcia en España como Destino Turístico» y cree, de hecho, que «se están dando pasos para ello», aunque se plantean si estos son suficientes. Por ello, animan a «apostar de forma más clara aún por el turismo como factor de un progreso moderno y transversal», y apuntan para ello a la necesidad de reforzar los atractivos urbanos con la finalización del proyecto entorno al yacimiento arqueológico de San Esteban, ya que el inicio de las obras del jardín «podría poner el broche perfecto a la legislatura».

En la necesidad de una mayor apuesta por el patrimonio ahondan, precisamente, las principales entidades conservacionistas del patrimonio, Huermur y Huerta Viva. Aplauden actuaciones concretas como la adjudicación del contrato para proteger y musealizar la Muralla del Sol -tramo ubicado en el parking de la Glorieta-, la construcción de unos accesos adecuados a los restos de este elemento defensivo en la calle Sagasta y la ampliación del catálogo de edificios protegidos en el centro de la ciudad y el barrio del Carmen, así como la puesta en marcha de la restauración del Castillejo de Monteagudo.

Sin embargo, tiran de las orejas al Consistorio por la falta de presión para reconstruir el Molino Oliver de Aljucer o por «la falta de vigilancia de las acequias». De hecho, llaman la atención ambas sobre la necesidad de aprobar ya un nuevo planeamiento urbanístico, frente al actual, «caducado y desfasado» según apunta Huermur, y cuyos trabajos apenas acaban de empezar. «Además, no se ha sido capaz de aplicar, ni siquiera, la normativa vigente», denuncia Huerta Viva, pidiendo «medidas eficaces para frenar la degradación y destrucción de la huerta».

Desde los colectivos vecinales también apuntan a un primer periodo de luces y sombras. Entre esos asuntos pendientes figuraría el ya legendario proyecto sin cristalizar del Parque Metropolitano de Barriomar. Desde la Asociación de Vecinos tienen claro que el despegue del barrio va ligado a este gran espacio verde del oeste de la ciudad. «Es un proyecto estratégico del alcalde, dentro del Murcia Río, y a día de hoy sin financiación y, por supuesto, sin licitación», lamentan.

Es la Federación de Asociaciones Vecinales del municipio, y por boca de su presidente, José Luis Marco, desde la que se subraya que «hay avances reales en limpieza e infraestructuras, con iniciativas proactivas», y se destaca, por ejemplo, el vallado y limpieza de solares, contenedores limpios y el servicio de ecopuntos.

Sin embargo, «persisten problemas crónicos en pedanías, como la recogida de residuos voluminosos, el mal estado de aceras y calles y la escasa participación vecinal, que generan descontento y sensación de abandono». De hecho, advierte de que no se ha convocado la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones en más de año y medio, pese a que el reglamento exige reuniones cada cuatro meses.

En materia de movilidad urbana, los vecinos le dan un voto de confianza al Ayuntamiento al destacar el «impulso» dado a esta y «el refuerzo de transporte», con el anuncio de la incorporación de nuevos autobuses para mejorar el servicio en varias líneas urbanas y de pedanías». Eso sí, consideran que el Plan de Movilidad va «retrasado», lo mismo que la necesaria ampliación de la línea del tranvía.

No tan comprensivos se muestran, en este aspecto, desde la Plataforma en Defensa del Transporte de la Región. Cierto es que el Consistorio ha dado pasos para rematar la contratación de la nueva concesión de transporte público, logrando implicar, además, en ella a la Comunidad Autónoma. Sin embargo el portavoz de dicha plataforma, Francisco Ruipérez, afea los continuos retrasos que está sufriendo dicha licitación. «No sé ya a qué esperan», apostilla, cuestionando el proceso, ya que cree que puede encontrarse condicionado por la adquisición previa por la actual concesionaria de los nuevos 'tranvibúses' eléctricos. También creen que la futura ordenanza de tarifas anunciada no recoge bonos para distintos colectivos vulnerables vigentes en otras ciudades.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, y su equipo de gobierno aprovecharon el pasado Pleno municipal, del 29 de mayo, para hacer un balance de los primeros dos años de mandato. «Tras el arduo trabajo de saneamiento de las cuentas municipales, los proyectos estratégicos desarrollarán importantes avances en las próximas semanas y los murcianos disfrutarán de nuevas infraestructuras y ofertas culturales y de ocio que harán de Murcia una ciudad más atractiva y competitiva», defendieron los populares.

En la columna del 'haber' colocaron la inauguración del Centro de Interpretación Madina Mursiya, las obras en el puente de El Raal, la puesta en marcha de la creación de la Ciudad del Tenis de Carlos Alcaraz, pasando por la rehabilitación del mercado de Verónicas, en plena ejecución de obras, y la creación del corredor verde de San Andrés.

En movilidad, apuntaron, entre otros, al desarrollo de la red de aparcamientos en pedanías, algunos ya construidos, y a la recuperación para la gestión municipal del parking de Verónicas; el refuerzo de las líneas de autobuses de mayor afluencia y del tranvía; y la primera ordenanza de movilidad, que regula el uso de los patinetes.

En materia de patrimonio destacan la recuperación de las Murallas de Sagasta y del Sol (en el parking de La Glorieta), y la ejecución de la Fase II de la Cárcel Vieja. En el marco del proyecto Fortalezas del Rey Lobo sobresale la rehabilitación del Castillejo como la actuación más importante, seguida de las excavaciones en la Alberca de Larache y Molino Armero (Cabezo de Torres), y las mejoras en el Centro de Visitantes de Monteagudo.

En los proyectos Murcia Río II, Huerta y Vía Verde II, la Glorieta resalta el proyecto de restauración fluvial del antiguo cauce del río Segura en el meandro del Vivillo; y la apertura del molino del Amor como nuevo centro de visitantes, ubicado sobre la Acequia Mayor de la Aljufía, en La Albatalía. También subraya la ampliación de la Vía Verde hasta Los Dolores y Alquerías-Zeneta, vía que conectará con los nuevos 1,5 kilómetros para peatones y ciclistas de la Senda Verde del Riacho de la Morda.